
La rescisión del contrato de Lugove
Daniel Antomil - 30/09/2025
El 23 de diciembre de 2020, Lugove desembarcó en el Val Miñor y Baixo Miño, sustituyendo a ATSA y Melytour. Y la aventura podría llegar a su fin, en 2025, la empresa ha decidido rescindir sus contratos. Y la Xunta ha aceptado.
¿Qué supone la rescisión?
La rescisión supone que la Xunta va a tener que sacar de nuevo a concurso los contratos, pero esos contratos van a tener modificaciones. En las dos rescisiones anteriores se aprovechó para añadir más servicios, ampliando el contrato y por lo tanto, sacarlo de nuevo a concurso para que las empresas interesadas se puedan presentar.
Mientras tanto, hasta la entrada de la nueva concesión, Lugove seguirá prestando el servicio con normalidad. Pero una vez entre en vigor podrá ser Lugove, ya sea con ese nombre, como Vectalia, u otra empresa distinta, o una UTE de Vectalia con otra empresa (ATSA, por ejemplo).
El nuevo contrato
Desde que Lugove comenzó a funcionar, se ha visto que las frecuencias eran insuficientes, sobre todo para la altísima demanda que están registrando algunos servicios, superiores a los que tenía ATSA, atraídos por la bajada generalizada de precios y la creación de bonos específicos, sobre todo desde la aplicación del descuento del 50% del precio de los bonos. Y sobre todo, gracias a la gratuidad de la Tarxeta Xente Nova, que satura las líneas de chavales con ganas de ir a las playas de Nigrán y Baiona.
Por todo ello, el servicio necesitaba una ampliación, y esto es lo que va a suceder con el nuevo contrato, la Xunta puede poner la aportación que considere necesaria, y de hecho, en los contratos rescindidos está aprovechando para introducir más servicios (estos días, por ejemplo, se anunció que la nueva concesión del Barbanza tendrá varias líneas nuevas, entre ellas, una directa entre Santiago y Ribeira). Y en esta concesión hace falta, de entrada frecuencias regulares en las líneas importantes y más frecuencias en las líneas menores, como la 4, servicios a las parroquias rurales de Tomiño y Gondomar que no sean el autobús de la feria (se puede crear una línea de Tomiño a Baiona por Pinzás y Donas), lo mismo en Tui y en las parroquias interiores de Oia, y el casco urbano de O Rosal, zonas todas ellas con muy poco servicio o casi inexistente. Y de paso, crear una línea directa por autopista de Vigo a Tui y desde allí hacia A Guarda. Es decir, había muchísimo que hacer y este es el paso para comenzar, y esta concesión lo necesitaba con creces.
Por lo tanto, esta noticia no se puede interpretar como algo negativo, ni una falta de conformidad con Lugove (de hecho, creo que la mayoría de concesiones de Monbus funcionan peor, y especialmente, la XG621 y la XG622), es el primer paso para dar al Baixo Miño y el Val Miñor el servicio que se merece. Lo que pase ahora, será responsabilidad de la Xunta.
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