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Si bien todo el mundo considera que los recortes de las líneas de Vitrasa comenzaron con la pandemia, no es cierto, a partir de 2019, comenzaron los recortes en las líneas.

Las regularizaciones y las frecuencias dinámicas

Hasta 2019, las líneas, por lo general, tenían frecuencia de 30 o 60 minutos. En determinadas líneas, esto ocasionaba que los tiempos de descanso fueran escasos, y fácilmente eliminables en caso de incidencia. Por eso, circulaban una serie de vehículos a jornada partida (y que en algunos casos hacían otros servicios, como las líneas universitarias, la línea del PTL o el H3, además de los refuerzos de primera hora. Todo ello suponía la circulación de una serie de vehículos que con las frecuencias dinámicas se han eliminado.

Las líneas que contaban con este sistema eran:

• C3 (2 autobuses)
• 4 y 23 (1 autobús compartido para ambas)
• 5 (1 autobús)
• 11 (1 autobús)
• 15 (1 autobús, que por las mañanas era articulado y se utilizaba en las horas punta del 15C)
• 27 (1 autobús).

Pero claro, esto suponía dedicar recursos que se podían eliminar. Por todo ello, se decidió implementar una reforma en las frecuencias que suponía la eliminación de las tradicionales frecuencias de 30 y 60 minutos en frecuencias de “más o menos” 34 minutos, que en el caso de las líneas con frecuencia de 60 minutos, pasa a “más o menos” 72 minutos.

Lo que podía ser una buena idea (establecer tiempos de paso variables según la hora, que además, con los datos recogidos día a día, se pueden saber los tiempos de paso reales de cada vehículo por cada lugar, por lo que se podían haber hecho horarios en base a esos cálculos, lo cual mejoraría la puntualidad enormemente sin comprometer la calidad del servicio), se ha convertido en un auténtico cáncer porque la reforma no se hizo pensando en mejorar el servicio, se hizo pensando en recortarlo, y en eliminar todos estos vehículos de regularización sin comprometer demasiado la puntualidad ni los descansos de los conductores (que dicho sea de paso, con las regularizaciones por lo menos era muy complicado que perdieran los descansos largos, ahora es más complicado).

La idea era valiente, pero a día de hoy los resultados son evidentes, las líneas que utilizan estas frecuencias han empeorado su calidad de forma clara, y sobre todo, se ha hecho más complicado utilizarlas, antes se podían aprender los horarios de paso, ahora la gente tiene que ver la app o los horarios todo el rato para saber a que hora le va a venir el bus, lo que complica su uso, sobre todo a la gente mayor. Además, se han roto frecuencias combinadas que antes funcionaban (11 y 15, 9A, 9B y 27, 12A, 12B y 13…) y que ahora suponen que los autobuses pasan juntos y en media hora no pasa ni uno.

Eso sí, se han retirado 7 autobuses de la circulación y recortado el número de viajes en estas líneas, si eso era lo que se pretendía, se ha conseguido. Obviamente, como todas las multinacionales, Vitrasa no reconoce que es un recorte del servicio, es una adaptación de los horarios a las circunstancias reales del tráfico, lo cual es un eufemismo típico de casi todas las empresas para no decir la verdad a sus clientes cuando es negativa.

Los recortes línea a línea

• C2: Esta línea se le aplicó, el 9 de marzo de 2020, una frecuencia de 34 minutos en lugar de los 30 normales. Tras la pandemia, la frecuencia bajó a 68 minutos (1 bus menos), el 5 de diciembre de 2021, la línea se suprimió definitivamente (otro bus menos circulando). En total, 34 viajes perdidos los laborables, 22 los sábados y 7 los festivos, y 2 buses menos en circulación.

• C3: Esta línea pasó de tener frecuencias de 15’ laborables y 30’ los fines de semana a 17’ y 34’ respectivamente, lo que ha supuesto la eliminación de 22 viajes los laborables, 12 los sábados y 10 los festivos.

• 4A y 4C: Estas líneas tenían frecuencia de 30’ laborables y 60’ los fines de semana, con la nueva reforma, las frecuencias son de 36’ y 72’ respectivamente. Por lo que el 4A ha perdido 10 viajes los laborables, 2 los sábados y ninguna los festivos. Respecto al 4C, la pérdida es de 4 viajes los laborables, 2 los sábados y 2 los festivos. Además, en verano, el 4C deja de prolongar 9 viajes al Vao.

• 5A y 5B: la frecuencia de 30’ que tenían estas líneas todos los días (salvo los festivos por la mañana), se convierte en unos 36’, y eso supone la pérdida, en el 5A de 8 viajes los laborables, 6 los sábados y 2 los festivos. Para el 5B, supone la pérdida de 8 viajes los laborables, 6 los sábados y 2 los festivos.

• 7: El recorrido por San Cosme pasa a ser circular, lo que recorta el número de kilómetros y obliga a los viajeros que van en sentido centro a esperar en Zamáns un buen rato, e incluso les impide hacer muchos transbordos gratis.

• 8 y 9A: Al 9A le pusieron la frecuencia de 34’ en lugar de 30’, y el 8 estuvo en ocasiones terminando en la Plaza de América, con frecuencia de 70 minutos. La línea 9A utilizaba 3 vehículos, y la 8 utilizaba 2, y estas líneas se fusionaron para crear la línea A, que utiliza 4 vehículos los laborables en lugar de los 5 anteriores. Los fines de semana se añaden líneas al combinado del 8 y 9A, se añade el 9B y algún viaje del 14, 16 y 29. El 8 tenía 31 viajes los laborables, 24 los sábados y 10 los festivos, el 9A tenía 70 viajes los laborables, 66 los sábados y 46 los festivos. El A tiene 63 los laborables, 60 los sábados y 43 los festivos, lo que suponen 38 viajes menos los laborables, 30 los sábados y 13 los festivos. A mayores, hay que añadir la eliminación del 9A EXPRÉS, un viaje especial del 9A que salía del aeropuerto después del último vuelo y que durante su recorrido no recogía viajeros, solamente dejaba a los que se subían en el aeropuerto. Este viaje solo circulaba cuando existía este vuelo.

• 9B: Esta línea ha pasado de tener frecuencia 60’ a tener 68’ de frecuencia. Esto equivale a 1 viaje menos los laborables, 3 los sábados y 2 los festivos.

• 10: Los fines de semana, esta línea, al estar combinada con el 11, ha pasado de tener una frecuencia de 60’ a tener una frecuencia de 68’. Por lo que se pierden 2 viajes los sábados y los festivos.

• 11: Otra línea que pasa de tener frecuencia de 30’ todos los días (salvo los festivos por la mañana) a tener 34’. Esto equivale a 10 viajes menos los laborables, 4 los sábados y 2 los festivos.

• 13: Esta línea solo circula los laborables, y ha pasado de tener una frecuencia de 30’ a una frecuencia de 34’, lo cual supone 5 viajes menos.

• 15: Esta línea tenía una frecuencia de 30’ el 15A los laborables y sábados, y de 60’ el 15B y 15C. Los festivos el 15A y 15C tenían frecuencia de 60’. Ahora es de 34’ y 68’ respectivamente. Esto supone, en el 15A, la pérdida de 7 viajes los laborables, 5 los sábados y 2 los festivos. En el 15B se pierden 4 viajes los laborables y 3 los sábados. Y respecto al 15C, se pierden 2 los laborables, 3 los sábados y 2 los festivos.

• 16: Esta línea tenía una frecuencia de 30’ los laborables y 60’ los fines de semana, que se convirtió en 34’ los laborables y 60’ los fines de semana. Además, después de la pandemia, la línea pasó a tener 1 vehículo menos y frecuencia de 68’ los laborables. Por lo que las pérdidas son de 34 viajes los laborables, 2 los sábados y 2 los festivos.

• 17: A esta línea le intentaron meter los 34’ en laborables de todas las líneas (curiosamente, los fines de semana lo dejaron más o menos igual, haciendo lo que se debería hacer con todas las líneas). Pero al poco, le aplicaron un sistema de frecuencia irregular, con bloques de frecuencia de 30’ separados por espacios de 15’. Quizás porque con el corte de la Porta do Sol, ya no se puede hacer una frecuencia de 30’, y a esta línea es difícil añadirle un quinto vehículo. Esto supone perder 4 viajes los laborables. No se pierden viajes los fines de semana.

• 20: En diciembre de 2019, se estrenó la línea 20, que comunicaba la Plaza de América con Alcabre. Se trataba de 3 viajes de ida y otros 3 de vuelta. Al comenzar el confinamiento se suspendió, y nunca más se supo de la línea.

• 23: Otra línea que pasa de 30’ los laborables a 34’, y de 60’ los fines de semana a 68’. Esto suponen 2 viajes menos los laborables. Además, en verano se dejan de ampliar 9 viajes a Samil los días laborables, y se pierde la frecuencia de 30’ los sábados por la tarde.

• 24: Esta línea pasó de tener una frecuencia de 30’ los laborables a 34’, y de 60’ los fines de semana a 68’. Tras la pandemia, se quedó con una frecuencia de 68’ los laborables, lo que supuso la pérdida de 36 viajes los laborables (y 1 bus menos circulando), 4 los sábados y curiosamente, ninguno los festivos. Esta línea estuvo suspendida varias veces, cualquier obra en el entorno de Poulo es suficiente excusa para suspender la línea entera, incluso aunque pueda entrar (dando la vuelta delante de Aqualia, por ejemplo).

• 25: Los sábados, esta línea ha pasado de tener una frecuencia de 60’ a tenerla de 70’, lo que supone hacer 4 viajes menos.

• 27: Los días laborables, esta línea pasa de tener una frecuencia de 60’ a 68’, lo que supone realizar 4 viajes menos. A mayores, el viaje de las 21:18 pasó a las 21:05 y termina en Choróns, y el viaje que sale de Rabadeira a las 22:12 sale de Jenaro de la Fuente (lo cual tiene mucho sentido, porque no es lógico mandar al 9B y al 27 a Candeán casi a la vez, con mandar uno y poner los horarios para que se pueda hacer transbordo entre ellos es suficiente).

• 28: Esta línea ha perdido buena parte de su recorrido, tras la entrada en vigor de la concesión XG624 (el servicio a Lamosa y Negros pasa a Autos González). Pero en vez de aprovechar y hacer más recorrido hacia otra parte, directamente se amputó la línea en Vigozoo, lo que supuso dejar a la Subida á Hermide sin servicio (y que durante algún tiempo, Autos González aprovechara para coger viajeros allí). Además, los viajes que tienen como origen y destino el centro o Bouzas, pasaron a ir por Urzáiz en vez de ir por Pizarro. Con todo, el viaje de las 13:20 se mantuvo prolongado a Rabadeira, para dar servicio a la gente que sale del centro a esa hora y que tiene que esperar mucho a por el 9B.

• 31: Esta línea ha pasado de tener una frecuencia de 30’ los laborables y de 75’ los fines de semana, a tener una frecuencia de 34’ y 75’ respectivamente. Esto supone realizar 6 viajes menos los laborables, 2 los sábados y festivos.

• 32: El servicio de Roteas, consistente en dos viajes de Plaza de América a Roteas en cada sentido, se eliminó durante el confinamiento, y murió. Curiosamente, es uno de los servicios que el Concello paga íntegramente a Vitrasa, al estar fuera de su contrato, por lo que la motivación económica de la empresa no está detrás de esta suspensión.

• N1, N2 y N3: El servicio nocturno consistía en 3 líneas, el N1 con frecuencia diaria de 60’, el N2 que circulaba los viernes y sábados con frecuencia de 60’ y el N3, que salía a las 3:45 de la Plaza de América a Cabral los sábados. El N2 y N3 desaparecieron (7 viajes menos los viernes y 9 los sábados), y el N1 pasó a tener frecuencia de 80’, y a hacer solo 4 viajes todos los días (hace año y medio se añadieron 2 los fines de semana, tras la vuelta del ocio nocturno). Esto supone 1 viaje menos los laborables, 4 los sábados y 6 los festivos

Conclusiones

El saldo de los recortes consiste en lo siguiente:

• 12 autobuses menos los laborables, y 3 los fines de semana
• 250 viajes menos los laborables, 126 los sábados y 65 los festivos.

Además, con las huelgas y los paros parciales, se ha conseguido lo que la empresa quiere a toda costa, que es bajar el sueldo a los empleados (y que lo acepten de forma voluntaria) y reducir el servicio, para que los autobuses que sigan circulando sean más rentables. Aunque sea a costa de tirar a la basura la imagen de la empresa.

Todo esto es un suma y sigue, pero hay más. La empresa puede querer recortar lo que quiera, pero quien pone las líneas, los horarios y las paradas es el Concello. De hecho, en el reglamento del transporte urbano, concretamente, en su artículo 6, lo deja totalmente claro:

ARTIGO 6: PRESTACIÓN DO SERVIZO O Concello, a través do Servizo de Transportes, organizará e controlará o servizo, tanto no que se refire ás liñas, itinerarios, paradas, horarios, tarifas, títulos autorizados e a cantos aspectos se relacionen con devandito transporte.

O adxudicatario do contrato prestará o servizo facendo circular os seus vehículos polas liñas e itinerarios aprobados polo Concello de Vigo, coa frecuencia, horario e condicións fixadas polo mesmo e de conformidade coas prescricións contidas nos pregos de condicións técnico e administrativo que rexan a prestación do servizo.

Por lo tanto, el único responsable de los recortes, ya sea por acción o por omisión, es el Concello de Vigo, que los ejecuta, o al menos, los consiente.