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Hace más de 100 años, una familia de indianos decidió volver a Vigo, y con el dinero que hicieron en La Florida (Rosario, Argentina), una casa, que decidieron bautizar con el nombre del lugar del que provenían.

Esa casa se construyó al lado de la carretera que iba hacia Baiona, en las inmediaciones del límite de Coia con Comesaña, y la gente del entorno conoció a este lugar con esa denominación. Tanto es así, que cuando se construyó el tranvía, se hizo una estación que se denominó como La Florida.

La carretera se denominaba como Avenida de Ricardo Mella, en honor a uno de los promotores del tranvía vigués, pero tras la llegada de la dictadura, como sus ideales eran contrarios a los del nuevo régimen (era anarquista, y autor de varios libros que le hacían ser considerado como uno de los intelectuales del movimiento en España) le retiraron el honor.

Se planteó denominar a esta avenida como Avenida de Oviedo, en referencia al Sitio de Oviedo, una de las batallas que ganaron los sublevados al principio de la guerra civil. Pero más tarde, se decidió que finalmente se conociera como Avenida de la Florida, dando vida al microtopónimo.

En la década de 1950 se creó la parroquia de Santo Antonio da Florida, que estrenó su nuevo templo en 1999, en la urbanización que se construyó a finales de la década de 1990 en la zona conocida como O Lavadouro.

O Lavadouro fue una zona desmantelada para construir decenas de edificios, en uno de los principales ámbitos de desarrollo de la ciudad. Todo ello sirvió para abrir la Rúa de Martín Echegaray, y distintas calles dedicadas a fotógrafos, entre las que destaca la Praza da Miñoca, una gran plaza que funciona como lugar de encuentro.

Todo ello sirvió para sepultar decenas de microtopónimos, tres de ellos daban nombres a calles, que eran el Camiño da Mina, el Camiño do Lavadouro y el Camiño dos Pozos (este último se conserva en el callejero y hay restos de él) que se salvaron de ser derribados, aunque se encuentran en estado de abandono. También desapareció el Camiño de Félix Santamaría, dedicado al conseguidor que hizo que Citröen abriera su fábrica en Vigo. Dicho camino no fue recuperado para dar nombre a los nuevos viales de la zona.

Buena parte del Camiño dos Pozos desapareció para la construcción de la Praza da Tellada, en el año 2007. En el centro de dicha plaza (que se iba a denominar como Nova Miñoca, pero finalmente se decidió recuperar el topónimo tradicional) se encuentra el complejo deportivo Máis Que Auga, abierto en el año 2011.

Es curioso, pero O Lavadouro funcionaba casi como un barrio, que se extendía alrededor de la Avenida da Florida, donde había un río de agua que hacía hasta cuatro lavaderos naturales, todos ellos desaparecidos tras la urbanización de la zona.

Otra de las zonas desmanteladas es el histórico barrio de Quintela, desmantelado casi por completo, y del que solamente queda alguna casa vieja y el nombre de la calle que lo atraviesa.

Otro barrio parcialmente desmantelado es Figueirido. Se trata de un barrio que aún conserva su trama de aldea, varios campos sin cultivar, y un lavadero. En los próximos años se planea construir varios edificios en el lugar, para ir desmantelando poco a poco este vestigio del antiguo Coia que aún queda.

En este lugar se encuentra una calle curiosa, que es la Rúa de Mariña Mansa, dedicada a los orensanos que vinieron a buscarse la vida a Vigo, en forma de homenaje a uno de los barrios de la ciudad, Mariña Mansa.