
Toponimia do Val de Fragoso 9 - Teis
Daniel Antomil - 22/06/2025
Origen
A finales de la década de los 2000, el Concello de Vigo quería recuperar la microtoponimia de todo el Concello, patrimonio inmaterial que estaba en manos de nuestros mayores, que se pasaban de generación en generación y que en las últimas décadas, con el cambio de costumbres de la gente (dejamos de trabajar el campo para tener empleos más productivos y menos sacrificados), dejaron de transmitirse.
Antaño los jóvenes conocían los nombres de los campos y sus costumbres, porque eran parte de su vida, incluso topónimos mayores y nombres de barrios, que se presuponían eternos, hoy solo los conocen los cuatro frikis del tema y alguien que se lo escuchó al abuelo ¿Quién con menos de 30 años sabe donde se encontraba Pousafoles? ¿Y Riomao? Ya no hablemos de Caride…
Esto es especialmente grave en el ámbito urbano, donde apenas quedaba gente que se acordara de los nombres de las tierras donde hay edificios. De hecho, ni en las propias casas que sobrevivieron a la urbanización, muchas están abandonadas, cuando no ocupadas por marginales que las okuparon al morir los propietarios.
Pero gracias a un investigador, Iván Sestay Martínez, buena parte de la toponimia de Vigo se ha podido recuperar, debido a que durante la década de los 2000, entrevistó a cientos de ancianos que todavía se acordaban de los nombres de las tierras. Y el Concello comenzó la serie Toponimia do Val de Fragoso, para publicar todo ese tesoro imnaterial con grave riesgo de pérdida.
En 2008 se publicó el primer libro, de la parroquia de Coia, siguiendo en 2011 por Lavadores. En 2014 sería el turno de Beade, 2016 para Sárdoma y Freixeiro, en 2017 tocaría Comesaña y en 2019 Bembrive y Candeán. Tras la pandemia, en 2022, sería el turno de Valadares y ahora nos toca Teis.
El libro
Sorprendentemente, el autor de esta entrega no es Iván Sestay, quien recogió la toponimia de Teis hace 20 años, en este caso, la labor corresponde a Vera Álvarez Suárez, quien recogió la toponimia de Teis entre los años 2020 y 2021, es decir, estamos hablando de una masa de informantes muy inferior a la que se encontró Iván Sestay, y más joven y con menor conocimiento de los topónimos. No nos olvidemos que en Teis, la mayoría de gente mayor nunca ha trabajado el campo y trabajaron en las industrias de la zona, por lo que no tuvieron relación con la toponimia.
Por todo ello, el libro ofrece un repertorio de topónimos bastante pobre, sobre todo en el ámbito urbano, donde apenas hay topónimos, e incluso se citan topónimos de parroquias vecinas, como Casal, A Orxa, Caride o Canadelo. También hace mención a algunos odónimos, calles dedicadas a varios vecinos ilustres de Teis, e incluso algunos nombres de repertorio, llegando incluso al Camiño da Pomba, la continuación del Camiño de Padín en Chapela, por el barrio de Xapón, que es uno más de los caminos con nombres de ave que impuso el Concello de Redondela a distintos caminos de Chapela, basándose en el Camiño do Gaio.
En el libro aparecen una serie de topónimos muertos, recogidos en el Catastro del Marqués de la Ensenada. Varios de estos topónimos han sido recogidos por Iván Sestay y están perfectamente localizados, pero el problema es con los topónimos no registrados en dicho Catastro, o en otras fuentes documentales, y esos topónimos se los llevarán los últimos conocedores de ellos a la tumba, y con ellos, parte de la historia de nuestra ciudad.
Por dar unos ejemplos, A Tintureira se localiza en la zona de monte entre la AP-9 y la Estrada da Madroa, y también aparecen A Carballeira da Tintureira, A Devesa da Tintureira…. Socoteira, que sobrevive en la fuente mal conocida oficialmente como Fonte da Jacoteira, en el cruce del Camiño Real con el Camiño de Caxide, Romariz, al norte de las casas baratas de Maceiras, al finalizar un ramal del Camiño do Espiñeiro, Granada, en el entorno de la Primeira Travesía de Espiñeiro… y como estos, decenas. Llama incluso la atención que San Gregorio, que da nombre a una calle, se le considere un topónimo muerto.
Con todo, el libro ofrece datos muy interesantes, y explicaciones de algunos topónimos, como A Guía (proveniente de águia), da explicaciones a topónimos liosos como A Xorxa, y da otra explicación al origen del topónimo de la Illa do Cabrón que es más propia de los marineros, que eran muy dados a bautizar zonas del mar con ese tipo de nombres, y esta isla era muy cabrona, porque te acercas con la barca, parece que llegas pero no, la isla es muy cabrona y apenas hay fondo en su orilla.
Pero hay algo llamativo, y es que no se menciona que este libro se pueda conseguir gratis yendo al Concello, se dice que se van a imprimir algo más de 600 ejemplares dedicados a colegios e instituciones, algo que me parece un atentado al propósito original de esta serie, que es la difusión a la ciudadanía de nuestra toponimia, esa riqueza inmaterial que corre grave riesgo de perderse. Aunque la versión en PDF ya está disponible.
En resumen
Si bien el libro es muy interesante, creo que debió haberlo escrito Iván Sestay hace años, con un paisaje toponímico más rico y con un toque personal del autor que personalmente me gusta mucho (de hecho, gracias a sus libros aprendí lo que es la toponimia), o al menos sería bueno reeditar el libro actual con la lista de microtopónimos recogida por Sestay. De hecho, creo que este libro puede servir para comprobar los estragos que hacen 15 años dejando que mueran los informantes que conocen los nombres de lugar. Por suerte, el propio Sestay subió los topónimos al portal Galicia Nomeada y los interesados podemos ver los nombres de las tierras.
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