Una de las cosas que más abunda en Vigo es el agua, y para aprovecharnos de los mananciales, creamos fuentes para aprovechar las aguas. En los entornos donde había agua, la vida prosperaba mejor, y eran más dados a atraer población. La fuente era una insfraestructura básica en las comunidades.

Hoy en día las cosas han cambiado. Ya no tenemos que ir allí a obtener el agua, abrimos unos grifos que tenemos en casa y obtenemos la que queremos. Y con garantía de potabilidad. Con el auge de la urbanización, muchas fuentes desaparecieron, algunas dejaron su huella en la microtoponimia (A Fonte dos Choróns, A Fonte do Pito…), otras, al fallecer el último habitante que se acordaba de ellas, ni eso. Algunas sobrevivieron como elemento decorativo que echa el mismo agua que los grifos de las casas. Otras están contaminadas, incluso hay dos con contaminaciones muy graves (A Fonte da Fame, en Bembrive, por aguas fecales, y A Fonte do Gorxal, por hidrocarburos), otras secaron debido a diversos factores. Algunas tienen un uso marginal, muchas están bastante escondidas y otras aún son muy utilizadas por gente a la que le gusta beber ese tipo de agua.

En Vigo se conservan unas 350 fuentes, y debieron ser unas 500 en su día. Algunas son muy buenas, otras su calidad varía según diversos factores y de otras no es recomendable beber. Todas las que a día de hoy se conservan las tratamos en este trabajo, que espero que sea de vuestro agrado.

El trabajo está disponible para descarga en la sección de trabajos.