Vigo360

Desde 2021, los paros y las huelgas parciales de Vitrasa son parte del funcionamiento de la ciudad. Empresa, trabajadores y alcalde comenzaron una guerra que ahora comienza una nueva fase.

Desde el lunes 18 de septiembre, cada día tendremos paros. De lunes a viernes, tendremos paros parciales de 7:30 a 9:00, de 12:30 a 15:30 y de 19:30 a 21:00. Y los fines de semana, los paros serán de 19:00 a 21:00. Además, en días señalados, la huelga será de 24 horas.

El primer día señalado será el viernes 22 de septiembre, el famoso día sin coches, en el que históricamente, determinadas líneas de Vitrasa son gratis. Desde luego, creo que lo último en lo que van a pensar es en lo que representa este día.

Y es que los trabajadores de Vitrasa ya están cansados, y no es para menos. Dos años siendo toreados y menospreciados, por el alcalde y la empresa, hacen mella.

¿Qué piden los vitraseros?

En 2020, el convenio colectivo de Vitrasa caducó. Este convenio se firmó a varios años vista, con la intención de acabar la concesión con este tema cerrado, sin amenazas de huelgas ni historias. Pero la concesión fue prorrogada, y el problema apareció.

Y apareció en el peor momento posible, en un contexto de incertidumbre económica y con la empresa en graves pérdidas, que supuestamente se le compensarían algún día.

Los vitraseros piden renovar el convenio y la empresa se niega. Y en el fondo, tienen su parte de razón. Es bastante complicado negociar unas tablas salariales nuevas en un contexto de incertidumbre.

Además, los vitraseros piden en el nuevo convenio soluciones a la falta de descanso, que en muchas líneas es escaso, muchas veces son descansos que solamente sirven para estirar las piernas, fumar un pitillo e ir al baño (si está cerca), y con prisa. Y si hay alguna incidencia, se pierde el descanso, por lo que en los días duros pueden estar sentados 10 horas e incluso puede que más.

También piden soluciones a las jornadas laborales, que, en el turno de mañana (de 5 a 14) pueden ser de 9 horas, y en el turno de tarde (de 14 a 24) pueden ser de 10. Hay que decir que no todos los turnos son así, de mañana se puede comenzar más tarde y de tarde se puede acabar más temprano, por lo que es una jornada irregular. Además, en algunas líneas hay jornadas partidas, o turnos con un horario especial, por lo que hay bastante variedad en ese aspecto

¿Los vitraseros están muy bien pagados?

Una de las acusaciones que vierte el alcalde contra los vitraseros es que están muy bien pagados (sin especificar el sueldo). Un conductor de Vitrasa cobra, en neto, un mínimo de 28.580,72€ brutos, que en neto son 20.492,38, divididos en 16 pagas (cobran 4 pagas extra de poco más de 1.000 euros cada una). Esto da una media de 1.707,70€ mensuales, aunque cada mes ven poco más de 1.300, por el hecho de cobrar 4 extras.

Dejo a juicio del lector si este sueldo es mucho o poco, para mí es un sueldo normal, que cualquier empleado con un trabajo medianamente cualificado puede alcanzar. Y desde luego, es un sueldo que da para vivir y gracias.

Con respecto al sueldo, solamente piden la subida del IPC, que es una buena subida, pero necesaria, y yo diría que hasta insuficiente, porque todo el mundo sabe que los precios han subido bastante más que lo que nos cuentan con el IPC. Y es evidente que ese sueldo, que en 2020 podría ser relativamente bueno, ahora se queda corto.

¿Cuánto cobra el alcalde?

Ahora estaría bien ver cuál es el sueldo del alcalde. Partiendo de la base de que los sueldos de los alcaldes están limitados por la ley 7/1985 del 2 de abril, que en su artículo 75bis recoge los límites de los sueldos de los alcaldes. Este límite se establece en base al sueldo de secretario de estado, que en España es de 116.160,05€. Para una ciudad como Vigo, el sueldo es un 20% inferior a eso, por lo que puede cobrar hasta 92.928,03€ anuales.

Generalmente los alcaldes no suelen ponerse el sueldo máximo, y Abel Caballero ha decidido ponerse un sueldo de 72.840,74€.), es decir, unos 20.087,79€.

Dejo también a juicio del lector si este sueldo es excesivo. Lo cierto es que cobra 2,55 veces más que los conductores de Vitrasa. Y es obvio que el alcalde tiene una responsabilidad enorme y una dedicación absoluta, dado que es un trabajo 24/7. Si un vitrasero trabaja 1.700 horas anuales, el alcalde puede trabajar el doble, por lo que el sueldo por hora se le aproxima bastante. Por lo tanto, en este blog no vamos a hacer demagogia con los sueldos de los políticos, porque considero que deben estar bien pagados, porque es un trabajo como cualquier otro, y porque la responsabilidad es muy grande, y la tentación de meter el cazo, también.

¿Cuál es la implicación del alcalde en el conflicto?

Los conductores de Vitrasa afirman que lo que quieren es que medie en el conflicto. El alcalde se escuda en que Vitrasa es una empresa privada y que por lo tanto, no tiene nada que decir.

Antes de nada, Vitrasa ostenta una concesión del ayuntamiento, y presta un servicio, el de transporte urbano de viajeros, que tiene que cumplir un pliego de condiciones que le ordena el ayuntamiento. Y realizar una serie de líneas con una serie de horarios, y parando en una serie de lugares. De hecho, si se le escribe a Vitrasa pidiendo cualquier cambio se te remite al Concello. Por lo tanto, todos los recortes en los servicios no se pueden hacer si el Concello no los aprueba.

Por otra parte, si bien la concesión es a riesgo y ventura, el Concello se obligó, en el año 2001, a garantizarle a la empresa 20 millones de viajeros (la cifra que hay que alcanzar para que los 7 millones de kilómetros que hay que realizar cada año salgan rentables). Normalmente la cifra de viajeros supera esta cifra, o se queda cerca, pero desde el COVID ha caído por debajo.

Y además, es obvio que con los paros, huelgas y recortes en las líneas ya no se hacen los 7 millones de kilómetros, probablemente estemos en una cifra que ronde los 5 y 6 millones. Y es evidente que entonces, la empresa ya no debería exigir 20 millones de viajeros, más bien debería exigir una cifra proporcional.

Con todo, esta cláusula supuestamente desapareció con la prórroga de la concesión, aceptada de un día para otro por la empresa, seguramente pensando que todo iba a ser como antes del COVID y sin pararse a reflexionar si realmente le convenía o no. Pero parece que alguna compensación van a recibir, porque el alcalde, en su programa, dijo que la empresa no tenía nada que negociar con sus trabajadores porque hay que negociar la compensación por el quebranto económico de la empresa, y que mientras no sepan lo que van a cobrar, no se puede negociar nada. Con estas declaraciones, el alcalde se colocó en el centro de la diana, solo él tiene la solución para desbloquear el problema.

Conclusiones

Este conflicto se puede desatascar si existe voluntad para ello, para eso:

• El Concello, debe pagar a la empresa lo que le corresponde, ni un céntimo más y ni un céntimo menos, y auditando el número de kilómetros reales que se hicieron. Y si el servicio no es rentable, habrá que subir el precio del billete ordinario para que así lo sea, si el coste de explotación no se puede pagar con el precio actual, hay que subirlo, y los usuarios tienen que asimilar que el servicio tiene un precio que hay que pagar
• Lo ideal sería municipalizar el servicio, para no pagar como mínimo el 8% de sobrecoste que exigen las empresas, y más una empresa como Vitrasa, que es parte del grupo Avanza y que pertenece a ADO, un grupo multinacional que solo busca ganar dinero con la concesión, que habla siempre con eufemismos, que en sus redes sociales busca una imagen corporativa estándar, con los guiños de todas las empresas al cambio climático, la agenda 2030 y la RSC (que muchas empresas la usan como un simple lavado de cara), nunca se admiten en público los problemas y a los empleados les llaman colaboradores, en un claro intento de que los trabajadores den todo por la empresa sin importar lo que van a recibir a cambio.
• Obviamente la municipalización hasta 2025 es imposible, y parece inviable, porque requiere de mucha burocracia (al menos es lo que dijo el actual alcalde de Ourense, partidario de municipalizar las empresas que prestan estos servicios). Sí se puede hacer contratos cortos con prórrogas, para que el alcalde tenga la sartén por el mango y pueda echar a la empresa si no lo hace bien.
• Vitrasa y los trabajadores pueden negociar un convenio con unas tablas salariales de 2021 y 2022 condicionadas al pago del Concello de lo que supuestamente se les debe. Si en 2023 hay beneficios se puede negociar unas tablas con aplicación inmediata, y con una subida de como mínimo, el IPC. Y de paso, conceder las peticiones de los trabajadores, o al menos intentarlo. Y si el Concello les paga, entonces se les pagan los atrasos correspondientes a todos los trabajadores.

Quienes están perdiendo con este conflicto son los ciudadanos y los trabajadores (que por cierto, se están bajando voluntariamente el sueldo con esto de los paros, además de que los autobuses que circulan van más llenos, y por lo tanto, son más rentables). Y aunque el alcalde diga que es una conspiración del BNG contra él (y eso que el comité de empresa lo forman la CIG, USO, CCOO y UGT, este último, el brazo sindical del partido del alcalde). Y muchos son votantes de Abel Caballero, que, si bien reconocen que como alcalde es muy bueno, saben que en este tema lo está haciendo mal.

Por cierto, en su último programa dijo que el BNG era el títere del PP, o sea, de Alfonso Rueda, su actual enemigo número 1, así que a lo mejor en las próximas semanas vemos al alcalde diciendo que esta huelga es una conspiración de la Xunta contra él, digo, contra Vigo.