Vigo360

El pasado 17 de diciembre de 2022 comenzó a funcionar la nueva estación intermodal, y aquí analizamos sus primeros días, y ahora que han pasado tres meses, toca analizar su funcionamiento.

La nueva ubicación es ideal, está en un lugar céntrico y con un acceso directo a la AP-9, lo que facilita enormemente la entrada y salida de los autobuses de la ciudad. No obstante, la mayoría de los autobuses que entran y salen de Vigo son del entorno metropolitano, por lo que en ese caso, deben hacer más paradas en la ciudad, debido a que la tipología de viajeros es más parecida a la del transporte urbano, y es gente que va a otras partes de la ciudad o a los hospitales.

Esto supuso una reordenación de las rutas, y en las concesiones metropolitanas que salen hacia el este de la provincia (Condado, Paradanta, Porriño…) los autobuses que van al hospital no bajan a la intermodal, haciendo una parada en la Plaza de España, con algunas excepciones.

Otra excepción es la línea de Vigo a Porriño por Tameiga y Sanguiñeda, que comienza y acaba en la Plaza de España. Y aquí se ha producido un fallo motivado por la falta de planificación, y es que la parada de los autobuses de Ojea y Monbus está sin señalizar, está delante del Concheiro y los viajeros esperan sentados en las escaleras del centro médico a que pase su autobús, con una parada de autobús de Vitrasa a escasos metros. Por lo que el Concello y la Xunta deberían reservar el espacio para la parada (y poner una marquesina por parte de la Xunta) para que los viajeros no tengan que acceder al autobús pasando entre coches aparcados. Y enfrente igual, no se deja a los viajeros en la parada de la Plaza de España, se les deja en la Avenida de Madrid, a pocos metros de la plaza, en una zona sin señalización alguna.

Curiosamente Lugove para más adelante, en la parada de Avenida de Madrid, 28, aprovechando la parada de Vitrasa. Obviamente no es buena idea hacer coincidir dos o tres autobuses en ese espacio, así que para Lugove le reservaron otro espacio. Tampoco paran en la Plaza de España, por lo que los viajeros deben escoger entre bajarse en la antigua estación de autobuses o en la intermodal.

La parada de Gregorio Espino (42 y 55) está infrautilizada. Para empezar, solamente la está usando Lugove, pues Monbus no la utiliza a pesar de que está en bus.gal el paso por esa parada en varios servicios de la XG621 y XG622 (y por Cabral, dicho sea de paso, y hace años que no se va por ahí) e incluso estando anunciada en la propia web de Monbus, con su cálculo de rutas.

Esa parada solamente está siendo utilizada por los servicios que desde A Guarda y Tui, van al Cunqueiro, debido a que es la única parada que hacen esos servicios en el casco urbano. Los servicios de Gondomar y Tomiño tienen que dar un rodeo para ir allí y normalmente no se sube nadie, por lo que el rodeo es en vano. El servicio de Vigo a Tui por San Cosme hace esa parada porque le viene de paso, pero ese servicio apenas tiene usuarios (aunque podría tener bastantes si se hace bien, por ejemplo, que funcione todo el año, y no solo cuando hay clase en la universidad).

La parada de Povisa está infrautilizada, debido a que suele estar ocupada por autobuses de Vitrasa recogiendo a gente y muchas veces pasan de largo sin ver si tienen algún viajero. Además, sería bueno habilitar paradas en As Travesas y Pereiró, para prestar un mejor servicio a estas zonas y no obligar a los viajeros a recorrer largas distancias andando cuando el bus les pasa por delante.

Respecto a la propia estación, se están observando problemas de seguridad que un día van a ocasionar un accidente. Muchas personas están accediendo a la estación por la puerta de acceso de los autobuses, para evitar el rodeo que supone bajar las escaleras, subir de nuevo y cruzar la calle para dirigirse a Lepanto y Alfonso XIII. Esto se hace a pesar de que se han colocado señales que prohíben explícitamente el paso por ahí. Y esto revela que el diseño de la estación no ha tenido en cuenta que muchos viajeros desean acceder a la misma por ahí.

También se está viendo que muchos conductores se saltan en rojo el semáforo de entrada y salida de la estación, debido al hecho de que una vez que le dan al botón que abre la barrera para salir, se encuentran que no pueden hacerlo porque el semáforo está en rojo. Esto hace que muchos se tomen la justicia por su mano y salen en rojo. Y al entrar, muchos se lo saltan debido a que tarda mucho en ponerse en verde, por lo que si no viene nadie, se lo saltan.

El acceso a la estación, desde la apertura de Vialia, está colapsado los sábados por la tarde y los días de navidad, por lo que el acceso a la estación se ralentiza. El tope de la dársena 11 ya se rompió a las pocas semanas de uso, y el acceso a la AP-9 está cortado temporalmente por las obras del Halo.

Con todo, es imposible medir la influencia de la nueva estación en el número de viajeros. Tras la rebaja del precio de los billetes impulsada por la Xunta y el Gobierno, el número de viajeros ha aumentado drásticamente, especialmente en las concesiones de Monbus que gozan de la extraordinaria reducción del precio del billete con el pago por TMG, por lo que no se sabe (ni se sabrá) la influencia de la nueva estación en el número de viajeros. Con todo, la ubicación es muy buena (ya no hay que coger el Vitrasa o un taxi para ir al centro) y si se hubiese planificado mejor, estaríamos ante un cambio claramente para mejor.