En los tiempos actuales, la gente anda más distraída, desde que la mayoría andamos con smartphones en el bolsillo, con aplicaciones de mensajería instantánea, que exigen responder rápido, y mientras mandamos un whatsapp a nuestra pareja-mejor amigo/a-pesao que quiere nuestra ayuda aunque no nos diga ni los buenos días… aparece el autobús que queremos coger, el conductor piensa que no queremos subir y se larga, dejándonos tirados y para descargar nuestra frustración, llamamos a la empresa cagándonos en sus respectivos ancestros y amenazando con las siete plagas de Egipto.

Y Vitrasa, harta de encontrarse día sí día también con decenas de llamadas y correos de este tipo, y sobre todo, que en sus canales de comunicación con los viajeros se escuchen voces como de ultratumba antes incluso de iniciar sesión con el usuario, ha decidido recordar a los viajeros que el reglamento pone algo así como que hay que levantar la mano para decirle a la persona conductora que nuestra intención es invadir su preciado autobús.

La idea es buena, muy buena, hasta el punto que ha conseguido que el comité de empresa hable bien de una idea de la dirección actual de Vitrasa, lo que no sucede desde el paleolítico inferior, más o menos cuando nació un tal Manuel Fraga.

Pero claro, siempre están los típicos que se quejan de todo, los que antes iban a la barra del bar a soltar la primera burrada que se les ocurre para presumir ante los “amigos” de no se sabe qué, ahora tienen una cuenta en Facebook, X… donde dicen lo primero que se les ocurre. No les voy a decir lo típico de que lo pone el reglamento y tal y cual, les diría que prueben a utilizar un autobús interurbano, de esos que controla la Xunta, y traten de cogerlo en una parada que no sea una estación sin dar el alto. Sobre todo en las paradas donde coinciden con líneas de Vitrasa. Y si se quedan tirados, vayan a quejarse al maestro armero.

De todas formas, lo de levantar la mano es solo un gesto de los posibles, de hecho, Vitrasa nunca ha especificado un gesto concreto, simplemente llega con cualquiera que indique que tenemos la intención de coger el autobús. Lo cual indica que aún queda algo del menos común de los sentidos, porque si nos ponemos a especificar que hay que levantar el brazo formando un ángulo de 22,76 grados los Belarminos de la vida, esos cuya forma de relacionarse con los viajeros es el que lle den polo cu tendrían una excusa para dejar en tierra a todo al que les caiga mal sin que al llegar a base les espere un expediente recién salido del horno.

Pero es una pena que no aprovechen para pedir a la gente que si no van a subir al autobús, lo indiquen también con otro gesto que lo haga patente, para ahorrar a todos los usuarios una parada innecesaria. Por ejemplo, si estamos usando la marquesina para descansar o refugiarnos de la lluvia, o esperamos por otra línea o cualquier cosa que nos haga permanecer en las inmediaciones de la parada.

Ahora en serio, está bien que Vitrasa se ponga seria con este tema. Hasta ahora, se hacía la vista gorda para evitar males mayores, quejas, denuncias y problemas, pero también es cierto que en muchas ocasiones, se ve claramente cuando hay un viajero con intenciones de subir, sobre todo en las paradas de una sola línea. Pero luego están las paradas donde paran varios, y no tienen un volumen importante de viajeros, y donde se puede ver gente esperando por líneas distintas. Ahí tiene todo el sentido del mundo.

En el interurbano, esto está más claro. Si hay una persona en la parada y no da el alto, lo más probable es que se quede en tierra (y a veces ni así, porque muchas veces se va a mucha velocidad y/o es de noche y no se ve, unido a que muchas marquesinas son opacas y no tienen luz). A pesar de esto, empresas como Rías Baixas insisten a sus conductores de que si hay una persona en la parada hay que parar y abrir la puerta.

Por todo ello, considero que la campaña de Vitrasa, si bien es un acierto, habría que darle una vuelta de tuerca, añadiendo la necesidad de indicar también la intención de no subir al bus, como hacemos algunos.