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Hasta hace pocas décadas, la zona de A Garrida apenas tenía población, solamente existían unas cuantas zonas donde se concentraban un puñado de casas, en Seoane y alrededor del cruce de la Estrada de Valadares con la Estrada da Garrida y la Estrada do Monte Alba.

De hecho, el desarrollo actual de esta zona no comenzó en la década de 1960, buena parte de las casas del entorno comenzaron a llegar a partir de la década de 1980, debido a que construir una vivienda en esta zona era más barato, estaba al lado del polígono de A Pasaxe, en terrenos pertenecientes a la vecina parroquia de Vincios, y estaba bien comunicado con la ciudad de Vigo, a unos 6 kilómetros del centro urbano.

Incluso, en el caso de A Garrida, según escriben Aránzazu Luna y Gonzalo Navaza en su libro sobre la toponimia de Valadares (de lectura imprescindible, por cierto), señalan que el origen del topónimo A Garrida es referido a un antiguo posesor de estas tierras (A de Garrido -> A Garrida). Estos topónimos son extraordinariamente abundantes en la toponimia menor (cada tierra tiene un propietario, y la gente en muchas ocasiones conoce a esa tierra por el nombre o apodo del mismo), pero es extraordinariamente raro en la toponimia mayor, especialmente cuando da nombre a entidades de población, como es el caso (aunque no imposible, como sucede con Garcías, en Saiáns). Con excepción de los nombres medievales de posesor, que esos son abundantes en toda Galicia, y muchas entidades de población llevan los nombres de sus posesores en la Edad Media, como en el caso de Seoane.

Por lo tanto, estamos hablando de una zona rural, que todavía hoy conserva buena parte de su ruralidad, aunque la construcción de casas, la cercanía al polígono da Pasaxe y la construcción de la Estrada de Clara Campoamor, a finales de la década de 1990 (que sustituye en este tramo a la antigua Estrada do Colexio Universitario, que acababa en el CUVI), han condicionado bastante el aspecto rural del entorno.

Con todo, hay características rurales muy características, de hecho, buena parte del entorno son zonas de monte y terrenos (sin cultivar casi todos). Y un resto de la antigua ruralidad del entorno es el conocido como Molino de Maquías, una casa-molino conservada en un entorno boscoso, justo en uno de los límites entre las parroquias de Valadares y Zamáns. Su nombre hace referencia a la maquía, porción de grano que se pagaba al molinero por su trabajo.

Desde esta zona se puede ver el Monte Galiñeiro, con su característico pico, con forma de pico de gallina, que es el origen del topónimo.

En el lugar existen tres centros educativos, en el lugar está el CEIP de Sobreira-A Garrida, el IES de Valadares y el Colegio Andersen, este último concertado, creado en 1969.

Otro de los montes característicos de la zona es el Monte Alba, en cuyo lugar se construyó, aprovechando el topónimo, una capilla dedicada a Nuestra Señora del Alba, que parece ser que ya se tienen noticias de ella en el siglo XVI. Desde este lugar se pueden ver unas impresionantes vistas de toda la zona, debido a su elevada altitud.

El 15 de octubre de 2017, un incendio forestal asoló toda esta zona, incendio que causó tres muertos, dos en la vecina parroquia de Chandebrito y uno en Comesaña. En todo el monte se construyeron algunos monolitos y esculturas de recuerdo, como este, en un cruce de caminos en el Monte Alba.

Bajando por la ladera del monte llegamos al barrio de Freixo, una zona apartada de todos los núcleos del entorno, que tiene asociación de vecinos propia. Este núcleo, perteneciente en su mayor parte a la parroquia de Valadares, creció mucho a partir de la década de 1980, y se encuentra atravesado por la Estrada de San Xoán.

En el límite entre Valadares y Comesaña se encuentra la ermita de San Xoán do Freixo, de la cual hay noticias en el siglo XVII, y debido a su situación, fue objeto de litigio entre Comesaña y Valadares.