Paseos por Vigo (15) - Coia tradicional (O Chouso, Esturáns, O Cruceiro y Areal)
Daniel Antomil - 27/11/2022
Se dice que Coia era una parroquia rural hasta que a finales de la década de 1960, se comenzó a construir el polígono. Pero esta realidad no es del todo cierta.
Por una parte, la parroquia comenzó a industrializarse a principios del siglo XX, con la instalación de astilleros y conserveras en el Areal de Coia. Todo ello llevó aparejada la construcción de edificios en el entorno de Beiramar y Tomás Alonso (los construidos en la Rúa de Ramón Soler datan de 1908, y a día de hoy están en ruinas y alguno derribado recientemente), y por otra parte, en 1945 se construyeron las casas baratas de O Castriño, pobladas por gente en su mayoría, ajena a la parroquia y que iba a trabajar a la industria marítima).
Pero por otra parte, la construcción del polígono de Coia produjo el efecto de que esta parte de la parroquia se quedó rodeada de edificios, lo que hizo que este entorno se convirtiera en una zona degradada y marginal, donde en las décadas de 1980 y 1990, la marginalidad asociada al consumo de drogas hizo especial mella en las aldeas del entorno del polígono. A día de hoy, todo eso ya no existe, y pasear por aquí es muy interesante y seguro.
Comenzamos por O Chouso, mal llamado O Chouzo (oficializado así por considerarse que O Chouso es una forma errada por seseo). Este lugar conserva buena parte de su esencia de aldea, con una especie de plaza o largo en su parte central.
Una parte de esta aldea desapareció hace poco, debido al intento de creación de la Cidade da Xustiza, que finalmente se acabó llevando al lugar donde se encontraba el Hospital Xeral. Mientras no se sabe que hacer por estos terrenos, se dedican a aparcamiento de coches.
Atravesando O Chouso, nos dirigimos a Esturáns, una aldea totalmente rodeada de edificios, que en parte conserva su esencia rural. En la actualidad, en la parte más próxima a Tomás Alonso, se está construyendo el nuevo parque de bomberos.
Por el Camiño da Barciela subimos hacia la Praza da Consolación, donde se encuentra la iglesia de San Martiño de Coia, construida en 1980 sobre la vieja iglesia de Coia. En esta plaza se conserva el viejo campanario, como un recuerdo de la antigua iglesia.
En esa plaza se encuentra un petroglifo en una de las piedras utilizada para construir una casa en 1920. Bajando por la Primeira Travesía da Cordoeira, llegamos al polígono de viviendas de O Castriño.
Este polígono, mal llamado Castro-Castriño, se construyó en 1945, y se trata de uno de los polígonos de casas baratas que se construyeron durante la dictadura, para acoger a los trabajadores de las industrias cercanas y ser una solución a la falta de vivienda que existía en aquellos años.
A través de unas escaleras, conocidas como as escaleiras da Pedra Rubia bajamos a Tomás Alonso, a través de unas casas de pescadores que hacen un conjunto muy interesante.
En el lugar se encuentra el centro de San Rafael, que comenzó a construirse en 1935, y nació como una institución benéfica, sin ánimo de lucro, con intención de prestar asistencia médica y social a quien lo necesite. Está regentado por la orden de San Juan de Dios.
Entre la Praza da Consolación y Bouzas se encuentra el Camiño da Raposa, camino utilizado para unir Coia y Bouzas, y que a día de hoy aún se usa mucho como atajo. Este camino recibe este nombre por ser oscuro, bastante bajo y hondo y que daba miedo bajar por él.
Bajando hacia Tomás Alonso, nos encontramos con San Gregorio, con una curva pronunciada conocida como A Volta de San Gregorio. Este topónimo es un recuerdo de la antigua capilla de San Gregorio, derribada a finales del siglo XIX.
Bajando por el lugar, llegamos al Areal de Coia, que ya no tiene arena, tiene astilleros y una avenida, conocida como Avenida de Beiramar.
En este lugar se encuentra un peto de ánimas, encastrado en una nave industrial utilizada como sala de fiestas, y con una máquina expendedora al lado, que hace tiempo que ha sido abandonada. Este peto de ánimas data del siglo XVIII, y está dedicado a la Virgen del Carmen y al Perpetuo Socorro, patrones de los marineros de bajura y altura, respectivamente. El peto se conserva perfectamente, a pesar de estar encastrado en la nave industrial y la máquina expendedora que alguien colocó allí en 2009, destrozando el mural que se hizo alrededor del peto.
En este lugar se encuentra la Rúa da Estación, que aparece documentada como Camino de la Estacio, y parece ser que su origen no es una estación, como se podría pensar (de hecho una línea del tranvía acababa en esa zona). Parece ser que está relacionado con alguien de los astilleros de la zona, así conocido, pero no he podido confirmar nada al respecto, por lo que estamos ante uno de los misterios del callejero, que el Concello tapó conociéndolo como Rúa da Estación.
Pero no hemos dicho nada de quien era Tomás Antonio Alonso. Esta calle era la carretera que comunicaba Vigo con Bouzas, y Tomás Antonio Alonso Martínez fue un indiano de la zona que donó dinero para la construcción de una escuela en el lugar, y otra en Castrelos. Y en 1906, como agradecimiento, le dedicaron este tramo de la carretera que comunica Vigo con Bouzas.
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