Paseos por Vigo (56) - Oia
Daniel Antomil - 02/06/2024
La parroquia de San Miguel de Oia no es tan conocida como parece, y en ocasiones se confunde con el municipio de Oia, compuesto por siete parroquias, y cuyo nombre lo toma de la parroquia de Santa María de Oia. Pero solamente San Miguel de Oia, con 3.910 habitantes, supera a todo el municipio, que tiene 3.104 habitantes en sus siete parroquias, de las cuales solamente 694 viven en la parroquia que ostenta la capitalidad.
Con todo, es más conocido el lugar de Canido que la propia parroquia. Bien es cierto que es la fachada marítima de la parroquia, además de ser la principal playa de la parroquia, y muy apreciada por los bañistas.
De hecho, en esta fachada marítima se puede apreciar el lujo que supone vivir a las puertas de la playa. En las inmediaciones nos encontramos con decenas de chalets que ocupan toda la fachada marítima, mezclados con locales de hostelería, antiguas fábricas y casas de toda la vida, de marineros y agricultores que vivieron toda la vida aquí.
De hecho, en el lugar nos encontramos con un hecho insólito, y es una isla cerrada al público, convertida en una propiedad privada. Nos referimos a la isla de Toralla. Esta isla está cubierta por varias decenas de casas, construidas todas ellas a partir de la década de 1970, entre la que destaca la gran torre que se construyó en 1973, con 136 viviendas y que se ha convertido en el símbolo de la isla.
Pero no toda la isla es privada. Cualquier persona puede cruzar el puente y acceder a una de las playas, que está abierta al público desde la década de 1990, cuando se revisó la concesión del puente y acabó siendo público. Cabe recordar que la isla era del obispado hasta la desamortización, cuando fue vendida, pasó por varios propietarios y finalmente se urbanizó a partir de la década de 1970. En esta isla se encuentra la estación de ciencias marinas, una concesión de los propietarios para mejorar la imagen de la isla.
Y justo a la entrada del puente nos encontramos con la villa romana de Toralla, en unos terrenos que fueron de la familia Mirambell, y en los cuales se descubrieron los restos de una antigua villa romana, la única conocida en Galicia por el momento. Los terrenos fueron expropiados, y en el año 2007, se convirtieron en un museo al aire libre, de entrada gratuita.
Si bordeamos toda la costa encontramos más playas y mansiones, hasta llegar a Cabo Estai. Este cabo, un prodigio de la naturaleza, es un lugar aún no muy frecuentado por paseantes y que se encuentra en el centro de la polémica por la construcción de varias viviendas de lujo, con una calle creada sobre un camino de paso.
En este lugar se encuentra el Instituto Oceanográfico, desde 1986, además de las instalaciones del radiofaro, utilizado para ayuda en la navegación de los barcos que entran a la ría.
Pero si vamos más hacia el interior, nos encontramos con una parroquia más. En este lugar abundan más las casas de los habitantes de toda la vida, que conviven con urbanizaciones de chalets construidas sobre todo a partir de la década de los 2000.
En esta zona, la espina dorsal de la parroquia tradicional corresponde a la Avenida de Cesáreo Vázquez, que la cruza de norte a sur. Esta avenida supuestamente (porque no está documentado) está dedicada a un párroco que promovió la creación de un “camino ancho” que facilitara las comunicaciones dentro de la parroquia, y según se cuenta, de noche, movía los vallados de las fincas colindantes, para que se pudiera construir dicho camino.
De hecho, el cruce de este camino con la Avenida de Ricardo Mella se podría considerar como la zona principal de la parroquia, puesto que aquí se concentran un buen puñado de comercios y posiblemente sea la zona de más vida de la parroquia.
Esto sucede porque donde ahora discurre la Avenida de Ricardo Mella, hasta 1968 discurría la vía del tranvía, y en este lugar existió un apeadero, que movía mucha gente, sobre todo en verano. Ahora, este apeadero se encuentra en ruínas, y durante años estuvo pendiente de demolición, para construir una urbanización. Los vecinos piden que se rehabilite, como sucedió con el apeadero de Coruxo.
La iglesia de San Miguel se encuentra hacia el interior, en la mal llamada Estrada da Igrexa Roteas (y ahora Estrada da Igrexa das Roteas), que debería ser Estrada da Igrexa a Roteas, puesto que es el camino que comunica la iglesia con la zona de Roteas, ya en Coruxo. En el cruce de esta carretera con la Avenida de Cesáreo Vázquez se encuentra una pequeña plaza coronada por un cruceiro. Dentro de la parroquia también nos encontramos la capilla de Liñares.
En el Camiño das Figueiras se encuentra el cementerio, creado debido a la saturación del cementerio que se encuentra junto a la iglesia.
Como dotaciones de la parroquia, cabe destacar el Colegio Ría de Vigo, construido en 1976, y cumple la función de dar enseñanza a los niños de la parroquia. También es destacable la asociación vecinal y sociocultural, cuyo edificio actual se construyó en 2001.
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