La caída en desgracia del C2
Daniel Antomil - 08/12/2021 (actualizado 09/04/2022)
El 14 de julio de 1998, tras el éxito del circular centro, se implementó una segunda circular, que complementaría a la anterior con el siguiente recorrido:
- Rosalía de Castro - Marqués de Valladares - Reconquista - Policarpo Sanz - Porta do Sol - Elduayen - Paseo de Alfonso XII - Falperra - Cachamuíña - Enrique Blein Budiño - Venezuela - Gran Vía - Plaza de España - Pizarro - Travesía de Vigo - Numancia - Doutor Canoa - Isaac Peral - García Barbón - Serafín Avendaño y Rosalía de Castro.
La frecuencia sería de 13 minutos los laborables y 15 los sábados. Las frecuencias eran autorreguladas, es decir, que en función del tráfico y a través de una emisora, en Rosalía de Castro se separaban los buses para respetar la distancia entre ellos.
Pero la zona de San Roque, que añoraba los tiempos en los que la línea M2 (desaparecida en 1986) llegaba hasta la Plaza de Santa Rita, pedía a gritos lo que deseaban desde que Vitrasa comenzó su andadura, y es una línea que recorra la Rúa do Couto de San Honorato. Y el 10 de diciembre de 2001, el C2 pasaba a modificar su recorrido, desde Pizarro giraría hacia Vázquez Varela, Plaza de Santa Rita, Couto de San Honorato, Reiseñor, Gregorio Espino y Travesía de Vigo, para lo cual, se modificó la frecuencia, pasando de 13 a 15 minutos los laborables y a 20 los sábados.
El 29 de marzo de 2005 la línea comenzaba a atender la estación de autobuses, manteniendo la frecuencia. Y el 29 de agosto de 2011 se ampliaría a la estación de tren. Pero entonces ya no daba tiempo para cubrirla con 45 minutos, por lo que desde el 15 de septiembre de 2011 la frecuencia pasaría a 20 minutos los laborables.
A partir de este momento, la línea tenía dos cabeceras, una en la estación de autobuses y otra en la estación de tren, lo que la convertía en disfuncional, dado que los tiempos de recorrido eran bastante lentos. Con todo, era una línea que en la época navideña, se ampliaba su funcionamiento a los festivos por la tarde, al igual que el C4C.
El 24 de febrero de 2014 la línea pasaría a tener frecuencia de 30 minutos en laborables y 45 los sábados, retirándosele un vehículo, por lo que pasaría a realizarse con dos. Pero a cambio, circularía los festivos por la tarde, con frecuencia de 45 minutos.
Y el 9 de marzo de 2020, con motivo del corte de tráfico en la Porta do Sol, la línea estrenaba frecuencia dinámica de 34 minutos, y de 68 los sábados y festivos. Pero a cambio ganaba en funcionalidad. Pasaría a circular desde Reconquista por Policarpo Sanz, Colón, Urzáiz, Gran Vía, Puerto Rico y Couto de San Honorato, perdiendo su cabecera en Gregorio Espino y combinando con el 16, de tal forma que cualquier viajero podía seguir el recorrido del 16 sin pagar nuevo billete.
Pero entonces vino el COVID, y todo lo estropeó. Si bien, la línea se mantuvo en funcionamiento al principio con frecuencia de 68 minutos, pronto se suprimió. Y no volvió hasta el fin del estado de alarma, con frecuencia de 68 minutos los laborables, es decir, con un bus menos, al igual que el 16.
Viendo la evolución, la línea C2 parece la de un niño que cuando nace todo son parabienes y que guapo es y tal, pero con el paso del tiempo se junta con malas compañías, comienza a fumar, y no precisamente tabaco, y cuando pasa los 20 el niño bonito se ha convertido en un adulto con cara de malote, con problemas con las drogas, la policía y la vida en general, y eso desemboca más pronto que tarde, en el fin. Y desde la campaña navideña, el C2 ya no funciona cuando está cortado el centro (y los festivos no daba ni una sola vuelta), y lo que parecía provisional se convirtió en permanente. La línea C2 desde el 6 de diciembre ya no funciona.
Dado el afán del Concello y Vitrasa por recortar servicios (es obvio que el descenso del número de viajeros ha hecho inviable el servicio, y más ahora con el aumento del coste del combustible), y debido al precedente de colar las frecuencias dinámicas en el 4, 5, 9, 11, 16, 23, 24 y 27, deberíamos asumir que si no hay muchas reclamaciones, la línea C2 probablemente desaparezca para siempre. Y siguiendo la metáfora anterior, la línea C2 ha sufrido una sobredosis y está en coma. Si sobrevive o no, dependerá de como responda al tratamiento. Y sería una pena, porque creemos que era necesaria. Su número de viajeros no era muy elevado, pero tenía una ocupación por kilómetro relativamente elevada, lo que justificaba la permanencia del servicio, aunque se entiende que el cierre del Hospital Xeral, del ambulatorio de A Dobrada, y el futuro cierre de la estación de autobuses merme el número de viajeros. Con todo, el Concello debería plantearse en serio qué futuro piensa dar al transporte público, pero de esto hablaremos en otra entrada.
Fuente: Historia de Vitrasa, PMUS
Comentarios
Nicolás -20/01/2023 14:24
La desaparición del C2 es la mayor vergüenza de Vitrasa en los últimos 5 años. Y ahora que cierran la estación de autobuses, lo que se podía hacer es girar desde Reiseñor directamente hacia Gregorio Espino. Aquí el menda recuerda aquel recorrido.
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Daniel Antomil -20/01/2023 23:29
Buenos días.
Lo cierto es que la línea C2 se ha considerado como innecesaria, debido a que sus usuarios se pueden ir a otras líneas, y más ahora que los puntos neurálgicos que cubría han desaparecido o han ido a menos (como la estación de tren). En San Roque sí era necesaria, y dudo que el H2 cubra bien esa zona, porque les vendría bien un servicio que les lleve al centro, lo que no cubre el H2.
Saludos.
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