Municipalizar Vitrasa ¿una buena idea?
Ariel Costas - 18/04/2023
En los últimos meses se ha cuestionado mucho la gestión de Vitrasa del transporte urbano de Vigo, con algunos políticos de la oposición pidiendo la municipalización del servicio. En este artículo vamos a analizar si la municipalización es una buena idea o no.
Municipalizar implicaría que el servicio pasaría a ser gestionado totalmente por el Concello, dejando por tanto de ser prestado por una empresa privada, que por su propia naturaleza busca maximizar su beneficio económico. En este sentido, ser una empresa privada es un punto en contra bastante considerable, y es que no necesariamente se pone por delante la calidad del servicio y el interés de los usuarios.
Así pues, cuando viene una crisis, la empresa tiene que mirar por su propia supervivencia, y no por el servicio que presta. Y pasa a reducir costes, por ejemplo, descuidando el mantenimiento y reduciendo frecuencias (¿quién se acuerda de cuando los buses pasaban cada 30 o 60 minutos a todas horas?); o a aumentar los ingresos. Solo hay que ver la subida de 9 céntimos que se hizo a principios de año, y que el Concello asumió en su totalidad para los usuarios de la PassVigo.
Por otra parte, no todo es un campo de rosas. La municipalización implica que la gestión es meramente política. Y salvo que hayas vivido debajo de una roca, todo lo que hacen los políticos es con fines electorales o ideológicos (como no incluir a Vigo en el plan de Transporte Público de Galicia para «no pagar el bus a los de fuera»). Con lo que ocurrirían (hipotéticamente) cosas como que no se ajusten los precios del servicio y se cree un agujero sin fondo del servicio; o que se de más servicio a los barrios donde más apoyo podría obtenerse.
Además, en el sector público las cosas funcionan increíblemente despacio, con lo que cualquier inversión en mejoras que dependa de una empresa externa (por ejemplo) tardaría mucho más en hacerse realidad. Ejemplo de esto es la compra de los nuevos buses de Ourense, cuya licitación1 se abrió el 30 de diciembre de 2021, y se formalizaron los contratos de los tres lotes en agosto de 2022; y no será hasta finales de 2023 cuando se entreguen los autobuses. Sin contar que antes tuvo que haber un proceso para sacar a licitación la compra, estamos hablando de estar dos años para comprar nuevos vehículos; la mitad del tiempo siendo el proceso de licitación.
En resumen: se mantenga o no la gestión privada, lo que hay que hacer es exigir que el servicio sea de la máxima calidad posible, y que se cumplan los horarios que se marcan. Y a los políticos que andan haciendo promesas electorales (que se incumplen por sistema), dejaos de mamarrachadas y centraos en lo que se puede hacer ahora; y no en varios años.
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