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Imagen de un autobús de Vitrasa en el año 2011
Imagen de un autobús de Vitrasa en el año 2011

Vitrasa y el sueldo de sus empleados

Daniel Antomil - 25/01/2023

No hacía falta ser adivino para saber el resultado del recurso que Vitrasa presentó contra la desestimación del arbitraje para reducir los sueldos de los conductores. Lo asombroso es que presentaran recurso ante una sentencia tan contundente como aquella. Obviamente, el recurso acabó desestimado, por las mismas razones, que es esencialmente una.

Precedentes

En junio de 2020, el Concello de Vigo, al ver que era incapaz de realizar un pliego de condiciones en tiempo y forma por la pandemia, decidió ejecutar una de las prórrogas de 5 años reconocidas en el contrato. Vitrasa aceptó, con la idea de que el Concello compense las pérdidas ocasionadas por la pandemia (se habla de que en el contrato hay una garantía de 20 millones de viajeros que hay que facturar, y si no se llega a esa cifra, hay que compensar lo que falte).

El Concello de Vigo se niega a pagar, y solamente paga la compensación por la rebaja del billete a los usuarios de la PassVigo (y Tarxeta Verde). Por lo tanto, la empresa puso un contencioso, para pedir la compensación que supuestamente les corresponde.

Mientras el juzgado no dicta sentencia, la empresa debe seguir funcionando a pérdidas. Pero como no ven claro que algún día vayan a cobrar, pues decidieron iniciar un procedimiento de descuelgue de convenio.

¿Qué es un descuelgue de convenio?

En el año 2010 se hizo una reforma laboral que permitía a las empresas en pérdidas poder bajar el sueldo de forma colectiva, no aplicando las tablas salariales del convenio y aplicando otras peores de forma temporal. En el año 2012, este procedimiento se amplió a todo el convenio, pudiendo aplicar de forma temporal unas condiciones inferiores, hasta llegar al límite del Estatuto de los Trabajadores.

En el caso de Vitrasa, el descuelgue era del 30% en 2022 y el 14% en 2023. Pero para poder realizar este procedimiento, es necesario que el comité de empresa lo apruebe. El comité de empresa dijo que ni hablar, y en ese caso va a arbitraje, que es quien tiene la última palabra. Y en este caso, la respuesta del árbitro ha sido un no rotundo.

Las razones del rechazo

Las razones se resumen en una, y es que no es procedente una rebaja de salarios en base a unas pérdidas que están reclamadas al ayuntamiento mediante un contencioso. En todo caso, habrá que esperar a que se resuelva el recurso para ver si procede o no aplicar un descuelgue y en que términos.

Luego hay otras razones secundarias, que creo que el árbitro se columpia bastante y presenta unos argumentos bastante discutibles, que en este caso tampoco son procedentes (es obvio que la subida del precio de combustible hará que algunos dejen el coche en casa y se suban al autobús, pero esto también hace subir el coste de explotación del servicio, por lo que es muy discutible que esa subida beneficie a la empresa). Pero la fundamental es rotunda y es clara, la empresa debe esperar a que el juez dicte sentencia.

¿Y ahora?

La empresa sigue intentando bajar el sueldo a toda costa, y lo está consiguiendo, sin que muchos parezcan darse cuenta. Ha conseguido que los conductores hagan paros parciales los lunes, miércoles y viernes, por lo que se están bajando el sueldo voluntariamente, además de reducir el gasto de explotación de la empresa y favoreciendo la rentabilidad del servicio (los autobuses que quedan en servicio mientras duran los paros están recogiendo a una ingente cantidad de viajeros que se repartirían en varios autobuses).

Las razones de los paros es porque según los trabajadores, la empresa no quiere negociar nada que no sea una bajada drástica de los sueldos, mientras que según la empresa, solamente no quieren subir los sueldos, porque no están en condiciones.

Sea cual sea la razón, lo cierto es que parece que a nadie le importan los paros, algunos trabajadores que se lo pueden permitir aprovechan para descansar, muchos viajeros los han normalizado y tanto la empresa como el Concello están interesados en que siga esta situación, porque les sale a cuenta. Y un paro total puede ser incluso peor, con la diferencia de que muchos conductores no tienen dinero para aguantar muchos días, y acabarán desconvocándolos sin conseguir nada.

En esta situación, uno echa de menos los tiempos en los que no era necesario llegar a la huelga para conseguir firmar un convenio, en los tiempos de Gonzalo Álvarez Arrojo, solamente hubo un día de huelga, y ese mismo día se llegó a un acuerdo. La más dura fue en 2012, y tras horas y horas de negociaciones, y semanas de huelga, se llegó a un acuerdo. Ahora, no hay ni la menor intención de reunirse aunque se lleven meses de huelga.

¿Y el contencioso?

La futura sentencia del contencioso promete ser muy interesante:

  • Si es a favor de la empresa, el Concello de Vigo quedará fatal, tendrá que pagar unos cuantos millones, probablemente con un 10% de interés anual por mora (y seguramente esa cifra sea bastante elevada), sería visto como el culpable de toda la situación, quedaría como un mal gestor e incluso puede que de lugar a más demandas de daños y perjuicios, entre otras posibles. Y los problemas económicos y laborales de la empresa desaparecerán como por arte de magia.

  • Si es en contra de la empresa, tendrá que asumir el agujero como pueda, probablemente ya no pueda pedir un descuelgue salarial porque las pérdidas presentes no lo justifiquen, y seguramente se justifique un recorte del servicio para ajustar los gastos de explotación a los ingresos existentes. Eso, si no consigue que los trabajadores se bajen el sueldo (que ya lo está consiguiendo, como vimos anteriormente.

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