Vigo360

Seguramente mucha gente se pregunte cuál es concretamente nuestra labor en Moovit, y la que no se lo pregunte quizás tenga una idea muy vaga de lo que eso significa, así que vamos a resumirlo.

¿Qué es ser embajador de Moovit?

Ser embajador de Moovit es representar a la comunidad de Moovit en tu zona, a todos los efectos. Se puede unir cualquiera que tenga al menos el nivel 3 (1.000 puntos) en el editor. Todo ello requiere ciertas obligaciones, y rellenar un formulario que encontrarás aquí.

¿Es interesante? Si además de ser voluntario en Moovit quieres conocer a gente como tú en otras partes de España es una opción muy interesante. En diciembre de 2019 incluso viajamos a Madrid en un viaje muy interesante donde además de conocer parte de la capital pudimos ser entrevistados por El Español.

¿Y por qué dejé de ser embajador de Moovit?

Simplemente porque no quise seguir más. Una cosa es trabajar para que los datos del transporte público estén actualizados y otra cosa es representar a la marca. Considero que tengo demasiada personalidad como para pertenecer a un grupo, por ello jamás milité en ningún partido político/secta/organización religiosa y similares y desprecio a todas aquellas personas que lo hacen. Por ello nunca me sentí demasiado vinculado a la comunidad de Moovit, ni me sentí obligado a ello. Además, Moovit es una empresa, para bien o para mal, y sus intereses a veces colisionan con las opiniones que se vierten aquí y en otros canales. Y además, por el hecho de que para alguno, Moovit se haya convertido en un fin en sí mismo y parezca un equipo de fútbol, en el que eres de Moovit o de Vigoapp. Y por ahí sí que no paso. Si otros quieren ir por ese camino adelante, pero yo no voy. Hay que recordar que la comunidad la hacemos nosotros con nuestros aciertos, errores y acciones, y no lo que nos digan desde arriba o lo que a la gente le apetece ver.

Obviamente esto último que he dicho para este tipo de gente le parecerá una deslealtad al proyecto y cosas peores. Son gente que si se va de Moovit nadie los echa en falta, debido a su escasísima actividad productiva, y que su acción suele ser discutir todo lo que hacen el resto de miembros, porque todo lo que no hacen ellos siempre está mal, pero (modestia aparte), si me voy yo, Moovit en el sur de Galicia se va a freír espárragos, a no ser que por algún casual, aparezca alguien de la chistera que sea capaz de trabajar a un ritmo que permita mantener actualizada la app en tiempo y forma. En ese caso, me podré ir sin problema.

Obviamente, estas son mis razones, las razones de Ariel para dejar el proyecto las explicará él si quiere (yo las sé, son distintas a las mías y muy respetables).

¿Cuál es mi cargo en Moovit?

Soy editor, me dedico a mantener los proyectos de Vitrasa, Vigo y Pontevedra y Ourense. Además estoy poniendo las líneas, concesión por concesión, de toda Galicia, lo que incluye una colaboración con los editores del norte de Galicia para tener construida la app en toda la comunidad.

Es decir, cuando vais a coger un Vitrasa y usais Moovit, estais utilizando datos que han sido creados en su mayoría por mí. Lo mismo si utilizais los interurbanos de la provincia de Pontevedra, los urbanos de Ourense y sus interurbanos.

En Vitrasa, Moovit fue aplicación oficial hasta el 25 de febrero de 2021, cuando la única aplicación oficial fue Vigoapp. Nadie dio explicaciones de nada, y las pegatinas de Moovit desaparecieron de los autobuses, por lo que creemos que fue por orden del excelentísimo Concello de Vigo, que no puede aguantar que nadie le quite protagonismo a la aplicación móvil del Concello, aunque para determinados servicios (como el cálculo de rutas) use datos de Moovit. Con todo, sigo manteniendo los datos actualizados, porque para mí, los usuarios son más importantes que las alianzas o la política.

¿Y por qué sigo colaborando con Moovit?

La principal razón es por los usuarios, entre los que me incluyo. Mucha gente quiere una app que nos diga los datos necesarios del transporte público y que (dentro de lo que cabe) sea fiable. Ya se sabe que hay agencias que pasan de todo, y no podemos precedir si el bus va a pasar cuando dice la agencia que va a pasar. Y si nadie se encarga de ello, tendremos que ser los voluntarios de Moovit quienes nos pongamos manos a la obra, en vez de quejarnos por Internet.

Esto se puede decir que es la Wikipedia del transporte público. Cualquier persona puede editar, sí, tú, lector, también puedes, aunque ya te advierto que hasta que no llegues a 1000 puntos tendrás que pedir permiso para todo. Es normal, sin esa medida de seguridad puede venir cualquier vándalo a borrar líneas, a introducir datos falsos o vandalismos indetectables. Y de vez en cuando llega alguno.

Otra forma de comunicarse con Moovit es reportando cualquier error que se pueda ver. Yo leo los reportes de usuario, y he corregido algunos fallos detectados gracias a esa herramienta. Y a más de uno (como a ese que decía que la L5 de Pontevedra ya no existe) me quedó ganas de contestarle, pero (por ahora) no tenemos esa posibilidad.

Los editores no cobramos por hacer esta labor, aunque sospecho que las agencias deberían pagarnos, les estamos haciendo un favor importante, y fuera de Vitrasa, solamente Rías Baixas (para mí la mejor agencia de toda la provincia y un ejemplo a imitar por todas) ha mostrado interés por tener sus líneas en Moovit. Y las tiene todas, hasta las escolares compartidas.

Es más, nosotros perdemos dinero haciendo este trabajo, porque los billetes de los autobuses a los que subimos para comprobar el recorrido los pagamos, no tenemos tarjetas especiales ni nada parecido.

¿Es necesario subirse a los autobuses para saber su recorrido?

En líneas generales, no, con los proyectos de la Xunta de Galicia y con Google Street View podemos saber el recorrido aproximado de una línea. Pero siempre es bueno comprobarlo en persona, sobre todo porque hay pequeñas variaciones en algunas líneas, y es bueno comprobarlas. De hecho generalmente voy a probar las líneas una vez mapeadas, para comprobar la veracidad de los datos allí insertados.

Y además, somos aficionados a los autobuses, y serlo sin subirse a ellos es lo más parecido a tener una pareja virtual, con mucho amor pero sin el disfrute carnal. Y eso lleva a que el amor acabe desapareciendo. Es decir, subimos porque queremos, y con nuestra afición ayudamos a los ciudadanos a tener unas herramientas adecuadas para moverse mejor por el transporte público de Galicia.