Crónica del primer viaje del N4
Ariel Costas - 15/06/2024
Era una semi-cálida noche de primavera (casi verano) en la ciudad de Vigo, con el reloj marcando las 23:25. En la parada de Avenida de Europa, 101, un joven de 21 años espera impaciente la llegada del primer viaje de la línea N4, anunciada pocos días antes por Vitrasa.
A las 23:28, el joven empieza a temer que el autobús no vaya a aparecer, ya que no hay ninguna información en tiempo real en el panel de la marquesina, ni en la aplicación oficial, ni en Moovit. Sin embargo, a las 23:29, el joven escucha un ruido a lo lejos, y ve aparecer el autobús articulado 6159 por el sentido contrario, ya con el letrero LED blanco indicando la línea. El joven se alegra, y se prepara y desenfunda su PassVigo para poder subir al autobús.
A las 23:29, el autobús se detiene finalmente en la parada, arrimándose al bordillo como es debido. El joven sube al autobús, y tras saludar al conductor con un simple “Hola” valida su tarjeta y se sienta en la parte delantera del autobús, convirtiéndose en el primer pasajero de la línea N4 de la historia.
El autobús arranca, y avanza lentamente por la Avenida de Europa, mientras el conductor revisa la hoja de ruta y el fuelle del articulado hace ruidos constantes al atravesar los múltiples baches de la vía. Antes de darse cuenta, el autobús ya ha llegado a Teixugueiras, donde se detiene bruscamente para recoger a una viajera. El autobús enfila rápidamente la Rúa de Lamelas, activando las luces largas para iluminar la oscura carretera.
Pocos minutos después, el autobús ya está de vuelta en Rúa de Teixugueiras, donde se va parando en cada parada para recoger a uno o dos pasajeros. Al llegar a Rúa do Limpiño, ya hay unas 10 personas a bordo. La travesía continúa por Coia, tomando la rotonda de la VG-20 y Rúa da Cañiza. Posteriormente, gira hacia Rúa de Porriño, y posteriormente Baiona, donde recoge a un par de personas más.
Tras enfilar Castelao, el autobús circula a velocidad total, parando para recoger viajeros poco antes de la rotonda con Martín Echegaray, donde se colocó el polémico barco. Ahí, gira hacia Martín Echegaray, donde recoge a un par de viajeras más. Tras continuar por Balaídos y Fragoso, dejando a un par de personas por el camino, llegamos a Praza América.
Posteriormente, enfila la Rúa de Coruña, con el C1 nocturno un poco más adelante. Tras recoger a una persona más, gira hacia Torrecedeira, donde coincide justo detrás de dicho C1 (el autobús 6234) y con el N1 (articulado 6158) en sentido contrario, con quien se pone a hablar durante un momento en medio de la calle. Tras recoger a un par de personas más, el autobús hace el recorrido por Gaiteiro Ricardo Portela y la zona del Berbés, donde se baja parte del pasaje.
Al llegar a la zona centro, el autobús recoge y deja a unas cuantas personas más en la zona de Praza de Compostela y Policarpo Sanz. En Urzáiz-Príncipe, se suben un par de personas, incluyendo un señor que se preguntaba por qué otro autobús pasó 10 minutos antes, a lo que el conductor le responde que es por el cambio de horario. Tras recoger a un par de personas más, el autobús sube por Urzáiz, donde deja a la mayor parte del pasaje.
Finalmente, el autobús llega a Choróns, quedando solo cuatro viajeros a bordo. Continuando por Jenaro de la Fuente y Martínez Garrido, un par de personas bajan y suben (en sentido Navia) al autobús. Y poco antes de las 00:18, el autobús llega a Gregorio Espino, 79, donde el SAE avisa al conductor del final de viaje y comienzo de la vuelta. El conductor introduce el código del letrero de vuelta, y el autobús continúa su curso, habiendo finalizado el primer viaje de la historia de la línea N4, y con un solo viajero habiéndola recorrido al completo.
PD: Los hechos aquí narrados son reales, pero las cantidades de viajeros no son exactas, ya que no llevé un recuento exacto de los mismos.
PD2: El joven en cuestión soy yo
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