La imagen ecológica de Vitrasa
Daniel Antomil - 12/06/2024
Es un mantra muy común en los ambientes políticos y empresariales el respeto por la sostenibilidad, el medio ambiente, la economía circular y la agenda 2030. Y Vitrasa, dentro del grupo Avanza, no iba a ser menos.
De hecho, en 2014 comenzaron a realizar pruebas con autobuses híbridos, pero no dieron el resultado esperado, y en las incorporaciones posteriores, se trajeron autobuses diésel.
Ya en 2023, se decidieron a traer 22 unidades híbridas, del Volvo 7900 S-Charge.
Los problemas de los híbridos
Estos autobuses, bastante más caros que los convencionales, trajeron multitud de problemas, y la mayoría han pasado por averías de larga duración. Son autobuses que además, requieren formación previa para llevarlos, porque requieren de cambios en la conducción, además de ser muy pijoteros en ese aspecto y salvo que se sepa como llevarlos, la conducción suele ser más lenta, sobre todo si hay que subir cuestas (incomprensible la decisión de dotar de portamaletas a cuatro unidades, para la línea A, línea que debería llevar autobuses articulados, y donde además, muchas veces aparecen autobuses sin esa equipación).
También dieron problemas en el túnel de lavado, pero en esta ocasión, fue por las cámaras laterales que equipan estos autobuses. Mientras no se reformó el túnel de lavado, estos autobuses circulaban bastante sucios.
Es decir, Vitrasa ha comprado autobuses más caros y que no funcionan bien (no por la calidad de los autobuses, que además son buenísimos para el viajero, además de silenciosos) para vender ante la opinión pública que Vitrasa es una empresa comprometida con el medio ambiente.
La verdadera imagen de Vitrasa
Y es una pena que Vitrasa destine sus recursos a aparentar sostenibilidad ambiental, mientras sus empleados tienen el convenio caducado desde 2020 y la empresa se niega sistemáticamente a cualquier mejora, y solo tras una larguísima temporada de movilizaciones, se ha comprometido una subida mínima en los salarios. Es decir, en vez de comprar autobuses diésel más baratos y destinar el sobrante a mejorar el sueldo de los trabajadores, se compran vehículos más caros (y que aún por encima no funcionan bien) y se racanea a los trabajadores. Y supuestamente eso mejora la imagen pública de la empresa.
Y es curioso, pero la mayoría de grandes empresas y multinacionales funcionan así, mientras se destinan ingentes cantidades de recursos a la RSC (especialmente a la lucha contra la emergencia climática), se degradan las condiciones laborales de los empleados, a los cuales se les llama colaboradores, para que den todo por la empresa sin esperar mucho a cambio. Y desde luego, si hay algo que realmente ayuda a mejorar el entorno son unas mejores condiciones laborales a los empleados, que son el principal activo de la empresa. Y ni siquiera es necesario subirles el sueldo en ocasiones y aunque fuera necesario, tampoco sería muy caro, y se compensaría con el aumento de la competitividad de la empresa.
Y dicho sea de paso, con esa política, la Vitrasa del señor Lozano tiene la peor imagen que se puede imaginar. La imagen pública es parecida a lo que circula por las alcantarillas y los comentarios de la gente son irreproducibles aquí. La famosa foto en Fitur es la mejor metáfora de todo ello, mientras la empresa está en huelga, el director se va a lucir no se sabe qué, sin que nadie explique las razones de su marcha ni si su presencia la paga Vitrasa o el Concello. Y de hecho, se ha convertido en un motivo de escándalo.
Además, aunque muchos piensan que la huelga se acabó, en absoluto, y se da por hecho que en julio volveremos a la huelga. En las negociaciones posteriores no se avanzó casi nada, y la empresa toma el pelo a los trabajadores diciendo que hay un 23% menos de viajeros que antes de 2019, mientras que la Compañía de Tranvías de Coruña maneja cifras superiores a ese año. Obviamente, eso sucede por los recortes en el servicio sucedidos desde esa fecha, que se vendieron como horarios provisionales de navidad, pero se quedaron como definitivos.
De hecho, nunca van a dar la cifra de viajeros por kilómetro, que es la realmente importante y es donde se va a revelar las mentiras con las que se está llevando de nuevo al transporte urbano vigués a la huelga, que parece que es el deseo de la empresa. Quizás también tenga que ver con la sostenibilidad ambiental y la cantidad de toneladas de CO2 que se dejan de emitir con la mitad de los autobuses parados.
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