Vigo360

En una entrada anterior descubrimos el pasado del actual director de Vitrasa, y descubrimos que había dirigido dos empresas públicas como Tussa y el CTA de Asturias.

Pero si nos ponemos a analizar más en detalle, vemos un hecho curioso:

• Entre 2001 y 2007, Carlos González fue gerente director de Tussa (sociedad municipal que gestiona el transporte urbano en Santiago de Compostela), siendo alcalde Xosé Sánchez Bugallo, del PSOE.

• Entre 2007 y principios de 2021 dirigió el Consorcio de Transportes de Asturias, organismo público que gestiona el transporte público en Asturias, siendo presidentes del Principado Vicente Álvarez Areces (PSOE, hasta 2011), Francisco Álvarez Cascos (FAC, entre julio de 2011 y mayo de 2012), Javier Fernández (PSOE, 2012-2019) y Adrián Barbón (PSOE, desde 2019).

• En el caso de TUSSA, en teoría, según la ley 7/1985, es un cargo directivo municipal que solo podría ejercer un funcionario municipal del grupo A (y el señor Lozano es graduado universitario, por lo que podría haber conseguido la plaza, pero el reglamento municipal del Concello de Santiago puede eliminar este requisito. El reglamento actual no menciona nada al respecto, salvo que las empresas públicas pueden tener su consejo de administración, así que no queda claro si estamos ante un cargo conseguido en oposición o se trata de un cargo nombrado de forma discrecional).

• En el caso del CTA, el director general es un cargo propuesto por el presidente del mismo, y es un cargo cuyo nombramiento y separación está aprobado por el Consejo de Administración, compuesto en su mayoría por políticos como así indica la ley 1/2002, que regula su funcionamiento.

Es decir, salvo un breve periodo (en el que no daría tiempo a cambiar a los vocales del CTA) de gobierno de FAC (una escisión del PP), el señor Lozano ha trabajado de alto cargo en una empresa pública de administraciones del PSOE.

De hecho, Avanza cuando lo ficha lo manda para la dirección de Urbanos Galicia, que se compone de Ourense (dirigida por Democracia Ourensana con apoyo del PP), y de Vigo, gobernada con mano de hierro por Abel Caballero, del PSOE.

De todos es sabido que una multinacional que depende enormemente de los contratos públicos como es Avanza, necesita llevarse bien con todas las administraciones públicas, y de hecho, algunos directores de Vitrasa han tenido trasfondo político, como Juan Carlos Villarino, que fue político del PP antes de ejercer en Vitrasa. Y en el caso de Vigo (cuyo alcalde es un hombre bicéfalo, que muestra una cara amable con todo aquel que le ríe las gracias y le cae simpático, y una cara absolutamente desagradable con todo aquel que ose discutirle cualquier tontería) es importante que el director sea alguien del agrado del alcalde ¿Y que mejor opción que alguien cercano al PSOE?. De hecho, las declaraciones del señor Lozano dichas a los medios de comunicación parecen más propias de un político que de un empresario (Vitrasa está muy mal, pero la culpa es de todos salvo mía, en vez de Vitrasa está muy mal pero trabajaremos todos juntos para salvar esta crisis y dar el mejor servicio posible al ciudadano)

Y es evidente la sintonía entre Abel Caballero y Carlos González, y no solo porque este último fuera invitado a Fitur, para hacer no se sabe muy bien qué. Es evidente que si no se llevaran bien, el alcalde no hubiera consentido ni la décima parte de días de huelga (ya van 80 seguidos) sin una amenaza de rescindir el contrato, ni hace declaraciones defendiendo la actitud de la empresa diciendo exactamente lo mismo que el director, mintiendo abiertamente y negando obviedades, hasta el punto de hacer el mayor de los ridículos, ni monta espectáculos tan ridículos y bochornosos, como el de este fin de semana, donde se impedía la entrada a un mitin del partido a los trabajadores de Vitrasa, sin distinción, aunque llevara el carnet del PSOE. Es más, ni siquiera Monbus, la niña bonita del PP, y también conocida por cierta interpretación laxa de los pliegos de condiciones, tiene tal trato de favor, y de vez en cuando le cae alguna multa de la Xunta (muchas menos de las que debería).

Si se llevaran mal, esta huelga no habría llegado hasta aquí, se habría solucionado mucho antes. Y mientras tanto, los trabajadores y ciudadanos, a aguantar.

P.D: Obviamente no estoy acusando al director de Vitrasa de nada concreto, solo expongo unos hechos y que cada cual saque sus conclusiones. Yo tengo las mías, y son personales e intransferibles, y se basan en el crédito que para mí tiene la contratación pública de alto nivel de las administraciones públicas, y quiero presumir que, salvo prueba en contrario, solo son casualidades, pero dejo a criterio del lector la interpretación de estos hechos. Ah, y no soy de ningún partido político, y recordar que los haters de uno y otro bando no son bienvenidos aquí.