Si en algo destacan nuestros gobernantes es en saber echar la culpa a los demás de los males causados por su penosa gestión. Y es que si en algo se parece un político y un futbolista es en saber echar balones fuera. ¿Un servicio municipal no funciona? Es que el anterior gobierno lo hizo mal. ¿Una concesionaria usa el pliego de condiciones como papel de baño? Es que el Gobierno no pone trenes. ¿Otra concesionaria recorta sus servicios con tu aprobación? Conspiración.

Abel Caballero y Vitrasa

Todas las declaraciones que ha hecho el excelentísimo alcalde sobre el conflicto del personal de Vitrasa han sido siempre echando la culpa a otros. Hace un par de días, los vitraseiros hicieron una rueda de prensa denunciando represión sindical por parte de la empresa, al haber suspendido de empleo y sueldo a varios trabajadores por lo sucedido la noche del Marisquiño. Esa misma tarde, el portavoz de la corporación municipal salía a culpar nuevamente a los trabajadores.

No solo dicen que los trabajadores tienen secuestrada a la ciudad, aunque dijeron en su día que era un conflicto entre una empresa y los trabajadores, y que el Concello no pintaba nada; sino que ahora dicen que es cosa de la CIG y del BNG, que solo quieren ir contra el Gobierno local y la ciudad. ¿En qué quedamos?

Es decir, la culpa en este caso es de un sindicato (de los cuatro que hay en el comité) y de un partido de la oposición, que deben ser el diablo, frente al ayuntamiento, que es el bueno aunque haya consentido recortar 250 viajes y permite que 2 años después la huelga siga.

Le recuerdo al señor Alcalde que es el Alcalde, y que igual que permitió a la empresa hacer los recortes mencionados, puede obligarle a recuperarlos, dentro de las condiciones del contrato que él mismo prorrogó en 2020, a tres días de caducar. De hecho, a la vista de sus inquietudes por sus adversarios políticos, podría solucionar el conflicto y quedar como el bueno de la película.

La Xunta y el Gobierno

Otros que tampoco se quedan atrás son los de la Xunta, que ahora culpan al gobierno de los problemas en la línea de Ferrol a A Coruña, de la UTE Hércules Norte, en concreto, una línea realizada por Monobús en la que para sorpresa de nadie hay problemas constantes.

Pues bien, la Xunta culpa al Gobierno porque el servicio de tren entre las dos ciudades es deficiente. Para que nos entendamos, la culpa de que los autobuses funcionen mal es del tren, un medio de transporte bastante distinto y gestionado por otra administración.

Y si bien estoy de acuerdo con el comentario hacia Renfe, una empresa pública por la que personalmente no tengo ninguna simpatía y que presta un servicio nefasto que le debería dar vergüenza, es un salto importante echar la cula a otro de esa manera.

Pero no les culpo tampoco, al fin y al cabo no se podía saber, porque es un problema nunca antes visto.