Vigo360

Desde la huelga interminable de 2023 y 2024, la imagen de Vitrasa es parecida a los líquidos que circulan por las alcantarillas. Obviamente, a nadie le gusta que le quiten su autobús, y que la empresa, lejos de solucionarlo, se dedique a prolongarlo más, hasta el punto que la dirección valora más disfrutar del viernes por la tarde que firmar la desconvocatoria de la huelga, además de mantener recortado el servicio durante dos meses. Eso sin hablar de las escenas vergonzantes a las que hemos tenido que asistir y que para todos los que conocimos el placer el viajar en bus en esta empresa (y que en el fondo lo sentimos como una parte de nosotros) es como una puñalada trapera que costará mucho perdonar y más aún olvidar.

Obviamente, para combatir la mala imagen que provocan ciertos partidos políticos antivigueses disfrazados de página de internet, hay que intentar dar una buena imagen, y transmitir simpatía.

Nada más terminar la huelga, Vitrasa y el Concello lanzaron una campaña para animar a usar el bus, con anuncios en autobuses, en soportes y en banners de internet. Además, comenzó una campaña de concursos donde se regalaban cámaras de fotos o entradas a eventos. Además, comienzaron a crearse listas de Spotify con temas de actualidad. Y últimamente ya comienza a aparecer contenido patrocinado en diarios de internet. Todo ello en un tono high energy propio del amargado que intenta mostrarse simpático.

Y esta campaña publicitaria está intentando que se corresponda con los hechos, y es que durante este verano, se ha realizado una ampliación importante del servicio nocturno que está teniendo un éxito rotundo. Y está demostrando que los viajeros están ahí y solo hay que ir a buscarlos, y que si queremos que el transporte público sea una alternativa, en vez de recortar hay que ampliar el servicio y hacerlo útil.

Pero no es todo oro lo que reluce, y es que el conflicto con los trabajadores no se ha terminado, y salvo sorpresa, volveremos a tener huelga de forma inminente, debido a que la empresa sigue en sus trece de no querer acabar con el conflicto, y como esto suceda, toda la campaña publicitaria se irá por el mismo sitio que la imagen de la empresa, por el sumidero.

La gente piensa que eso de la huelga de Vitrasa ya acabó, y se está olvidando de que el convenio sigue sin firmar, y que la huelga se desconvocó como una tregua, porque 108 días seguidos de huelga indefinida no hay quien lo soporte, además de incontables días de paros parciales. Quizás ese es el objetivo real de la campaña, que nos olvidemos de que el conflicto no ha terminado.

Por lo tanto, si la Vitrasa del señor Lozano quiere reconvertirse al bien (o al menos aparentarlo) solo tiene que llegar a un acuerdo con sus trabajadores, firmar un nuevo convenio y la huelga solo será uno de los capítulos más negros de la historia de Vitrasa. Y entonces ya se puede intentar que Vitrasa sea lo que una vez fue, una empresa donde la gente se mata por entrar a trabajar en vez de ser una empresa tóxica de la que cada vez más empleados se van.

P.D: Quisiera recordar que Vigo360 no acepta publicidad de ninguna empresa, así que no vereis contenido apoyando a empresas en tono exageradamente elogioso ni con comentarios que cualquier persona con un mínimo de experiencia en la vida sabe que son pagados, aquí expresamos opiniones fundadas en hechos, y criticamos y elogiamos a quien consideramos que lo hace mal o bien, bajo nuestro punto de vista, que puede ser compartido o no.